¡Lo hemos hecho moviéndonos juntas!

En la cuarta edición del Euskaraldia, Atarrabia hizo un ejercicio colectivo para impulsar el uso del euskera durante 11 días. Con los roles ‘Ahobizi’ y ‘Belarriprest’, se fomentó el cambio de hábitos lingüísticos y la participación social

Taupa Mugimendua - Euskaraldia

Tuvimos la cuarta edición del Euskaraldia en mayo. Como en cada edición, hemos dado un paso firme en el uso del euskera. Pero, ¿qué es Euskaraldia? Es un ejercicio práctico y real, eficaz y con un reflejo verdadero en los comportamientos lingüísticos. Es un avance y una toma de conciencia colectiva. Un movimiento que genera impacto en la sociedad y alimenta la colectividad. Llevamos a cabo Euskaraldia juntos, creando complicidades entre los euskaldunes y reforzando el sentimiento de pertenencia.

Este año hemos realizado Euskaraldia en primavera, calentando e iluminando Atarrabia. En esta ocasión también hemos mantenido nuestros dos roles favoritos: Ahobizi y Belarriprest. Aunque los roles estén ya arraigados, sigue siendo conveniente definirlos bien.

El reto de los Ahobizi es dar la primera palabra en euskera y hablar en euskera con todos los que lo entienden, además de mantener el euskera en conversaciones bilingües. Los Belarriprest decidirán en cada momento cuándo y con quién hablar en euskera. Quizá no hablen siempre en euskera, pero pedirán a los demás que se dirijan a ellos en euskera. Ambos son exigentes y valientes. Por tanto, los roles están ligados a la actitud y no al nivel de euskera.

Euskaraldia establece un marco general y ofrece propuestas flexibles en cada lugar. En Atarrabia, en Bayona o en Usurbil los trabajos serán diferentes, pero todos estarán unidos por un mismo hilo. Desde la primera edición, varios vecinos de Atarrabia han estado trabajando sin descanso para arraigar y fomentar Euskaraldia en el pueblo. Karrikaluze y la comunidad de su entorno han sido el motor de este camino, y en cada edición se han acercado personas, agentes y asociaciones diferentes. En Atarrabia los espacios de encuentro entre euskaldunes surgen de forma cercana y agradable. En estos meses la Comisión Euskaraldia de Atarrabia ha organizado numerosos proyectos.

El movimiento comenzó en febrero, con una presentación multitudinaria y con los vecinos con ganas de volver a trabajar. Se formó un grupo diverso, en el que cada uno aportó desde su lugar. Durante Euskantaldia hizo mal tiempo, pero aun así la plaza del pueblo se llenó de canciones y de euskera. Después se creó el “hamaikakoa” del pueblo y se pudo conocer el reto de cada uno; Igor, Pedri, Goizargi, Amagoia, Jose Manuel, Karmele, Rubén, Alejandra y Luzia. Interpretando el videoclip de Bulego, los latidos de Atarrabia fueron en euskera. Con el inicio de Euskaraldia se pusieron la chapa con ilusión. El primer día, el ejercicio comenzó con Jon Maia y, al día siguiente, el chupinazo oficial de Euskaraldia, con confeti y todo. El concierto de Kantusaldia, DJ Muri, bebida y merienda. ¿Para qué más? A veces la manera más eficaz de poner al euskera en el centro es el disfrute. Esa es la forma de trabajar de la comisión de Atarrabia, con ilusión y gozo.

En este proceso, cabe destacar el reto y la voluntad de Alejandra. Alejandra es venezolana y dueña de la librería de Atarrabia. Nada más llegar a Atarrabia, se dio cuenta de la realidad lingüística de su entorno y decidió aprender. Sin excusas y sin miedo. En poco tiempo, no solo ha logrado entender, sino también hablar, lo que le ha permitido comunicarse en euskera con la gente de alrededor. Con voluntad todo es posible.

No es fácil cambiar los hábitos lingüísticos de raíz en 11 días. Sin embargo, Euskaraldia es un punto de partida importante en ese proceso. Durante esos 11 días, realizando el ejercicio, se produce un despertar de conciencia; los participantes reflexionan sobre sus comportamientos lingüísticos, y a menudo se dan cuenta de que tienen más oportunidades de hablar en euskera de las que creían. Euskaraldia ha ofrecido la posibilidad de experimentar en la transformación de los hábitos lingüísticos, siendo una especie de entrenamiento. Además, quienes sienten miedo o vergüenza de usar más el euskera reciben apoyo y acompañamiento. Esa es una de las claves de Euskaraldia, ¡practicar sin juicios!

Euskaraldia ha terminado, pero no nuestro deseo de cambiar los hábitos lingüísticos. Por tanto, aunque no llevemos la chapa puesta, sigamos dando la primera palabra en euskera y manteniendo el euskera. ¡Seguiremos construyendo Atarrabia desde el euskera!

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Bazkide Txokoa

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