La vivienda es un problema estructural ligado a la lucha de clases. LAB impulsa una asamblea para organizar la lucha sindical también en este ámbito y defenderla como un derecho básico: “Decidimos organizar la acción sindical también en el ámbito de la vivienda porque es incuestionable la relación entre el empleo y la vivienda. La patronal nos expolia el salario a través de hipotecas y alquileres desorbitados.”
La problemática de la vivienda no es nueva. Es un asunto históricamente presente en la lucha de clases. Es innegable la relación entre los ingresos económicos y, por lo tanto, el empleo y la vivienda. Cuando luchamos por mejorar nuestras condiciones laborales, luchamos por mejorar nuestras condiciones de vida y, en esta última, la vivienda ocupa un lugar destacado. Una parte cada vez mayor del salario de la clase trabajadora se destina a pagar la vivienda. El capital ha organizado su ofensiva en todos los ámbitos. Nosotros, desde el sindicalismo, queremos hacerle frente y pelear por un modelo social y político que ponga la vida en el centro.
Por eso decimos que, como han convertido la vivienda en un ámbito de conflicto, debemos organizarnos en él. Así, el sindicalismo debe ir más allá de las puertas de los centros de trabajo y organizarse en los espacios donde existe el conflicto social. Con este propósito hemos asumido la iniciativa de impulsar la acción sindical en el ámbito de la vivienda. Así nació el proyecto de la asamblea de vivienda dentro de LAB. Hemos querido abrir un espacio de lucha: para politizar y pelear la problemática de la vivienda, así como para intervenir sindicalmente en conflictos concretos. Cada quince días solemos realizar reuniones. Si quieres participar, envía un mensaje a [email protected].
Como hemos dicho, desde el sindicalismo queremos organizarnos y, a través de la acción sindical, ofrecer a nuestra comunidad herramientas de lucha, para que cada vez más gente esté organizada de forma más efectiva. De hecho, lo que vivimos como un problema individual, el de la vivienda, debemos trasladarlo al terreno del conflicto colectivo si queremos darle una solución. Estamos en la obligación de caminar hacia un nuevo paradigma. Debemos frenar el negocio de la vivienda y garantizar que se convierta en un derecho humano fundamental.
