Nuestra educación

La construcción de un pueblo soberano se cimienta en diferentes columnas. Entre ellas, la más destacada, la educación. Para que las ciudadanas sean libres deben recibir una educación dirigida a ello. Es por esto que no se entiende como en Nafarroa no haya habido una universidad hasta el siglo XX, aun existiendo documentos reales del siglo XVII. que recogen la solicitud para la creación de una Universidad.

Manifestación contra la LOMCE en Bilbao 2013

La construcción de un pueblo independiente se basa en varios pilares. Entre ellos destaca la educación. Para que los ciudadanos sean libres deben recibir una educación orientada a ello.

Si quiere ser realmente libre, sin dependencia externa. La producción de alimentos, la generación de energía y la independencia en el sistema de financiación son algunas de las claves. Y el pueblo que de esta manera no es soberano, aunque políticamente se consigue la soberanía, nunca será libre.

Pero una cosa es que un pueblo sea independiente y libre, y otra que los ciudadanos sean libres. Las personas, para ser libres, necesitamos recibir una educación que nos oriente. Tanto en casa como por cuenta propia, como en la escuela, el instituto, la escuela profesional y la universidad. La educación tiene una pluralidad de objetivos que en la actualidad han sido discriminados voluntariamente. En gran medida, porque los poderes que se oponen a la libertad individual (el propio Estado y los poderes económicos) lo han transformado maliciosamente.

Por un lado, educar y formar a la ciudadanía es uno de los objetivos de la educación. Pero crear una mano de obra barata que en ningún caso enriquezca a nadie. Sino que estas personas, al sentirse desarrolladas y satisfechas, mejoren la sociedad con sus ideas y capacidades desarrolladas, en beneficio de todos los ciudadanos. Por otro lado, lo que es más importante hasta ahora es que cada uno pueda desarrollar sus ideas por sí mismo, adquirir la capacidad de generar opiniones propias, tener la capacidad de cuestionar y negar las cosas que nos cuentan los poderes actuales, y que nadie nos engañe. Es decir, que las personas sean completamente libres intelectualmente.

Esta última es la clave que nos llevará a que el pueblo sea realmente libre. Que nos saque del efecto panóptico producido por gobiernos extraños.
¿Es casualidad que en un pueblo invadido como Navarra, que se rebeló (y se sublevaba) once veces contra extraños, opresores y explotadores, no tenga universidad hasta el siglo XX? (público en 1987 y privado en 1952). Porque es sabido que en 1608 la sociedad navarra demandó a través de las Cortes al rey extraño Felipe, como indica un documento depositado este año en la Universidad Pública de Navarra.

Al igual que en los ejemplos anteriores, en la educación también hace falta soberanía para que el pueblo sea libre. No lo que tenemos hoy, un sistema educativo que depende de extraños, que beneficia a opresores y explotadores. Además, el que se basa en lenguas extrañas, el autóctono, el euskera, mientras lo rechaza.

¡Tenemos que construir un sistema educativo propio, vasco y público!

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Bazkide Txokoa

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