Israel mantiene desde hace más de 75 años una ocupación colonial sobre Palestina, aplicando políticas de apartheid, violencia y desplazamientos forzados. Con el apoyo de Estados Unidos y la complicidad de Europa, se vulneran continuamente los derechos humanos. Ante esto, se plantea como solución un Estado laico, democrático e igualitario para todas las personas, en el que los refugiados palestinos tengan la posibilidad de regresar y se garanticen la justicia y la convivencia futura.
“Destino manifiesto” es la doctrina política que afirma que los Estados Unidos están destinados por Dios a expandirse por todo el continente norteamericano. Con ella justificaron la expansión del país de este a oeste en la guerra de colonización contra las naciones indias, incumpliendo sistemáticamente todos los acuerdos de paz firmados y prefiriendo siempre la conquista de nuevas tierras antes que la paz.
Esta es exactamente la filosofía que guía al sionismo, que hoy gobierna a la sociedad israelí, en su guerra de colonización en tierra palestina desde hace más de 75 años, basando su ideario en una gran mentira: “Una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”. En esa tierra ya vivían personas (palestinos, cristianos, judíos…) y ellos ya pertenecían a cada uno de los estados en que vivían.
El régimen del estado sionista israelí está aplicando su política de tierra arrasada estableciendo un sistema de apartheid sobre la población palestina, cuyo último objetivo es expulsarla y quedarse con su tierra.
Para ello, incumple sistemáticamente el Derecho Internacional (incluidas resoluciones de la ONU) y no respeta los Derechos Humanos. Los bombardeos de hospitales y escuelas, la utilización del hambre como arma de guerra, el asesinato indiscriminado de población civil, e incluso el ametrallamiento de diplomáticos de la ONU dan fe de ello.
El apoyo de Estados Unidos y la complicidad de la Unión Europea están permitiendo que Gaza se haya convertido en una versión moderna del “Ghetto de Varsovia”.
Cisjordania será el próximo objetivo.
El Derecho Internacional asiste a la población y a la resistencia palestina en su lucha por sobrevivir.
Es el momento de presionar y aislar internacionalmente a Israel, cuyas prácticas dejaron de ser democráticas hace tiempo. Esta estrategia ya se aplicó, y ayudó, a la lucha del pueblo sudafricano encabezado por Nelson Mandela contra el régimen racista que lo gobernaba. Si no lo hacemos asistiremos a la lenta agonía y desaparición del pueblo palestino y sus derechos.
Existe una solución más allá del establecimiento de los dos estados. Esta consiste en un único estado laico, pluriconfesional y democrático, con el regreso de todos los refugiados palestinos, la devolución de sus propiedades y puesta en marcha de una justicia reparadora para garantizar la futura convivencia entre diferentes y la no repetición. La historia nos enseña que para conseguir la solución de este difícil problema hay...
